Tras un año agotador lleno de emociones, el joven profesor de matemáticas, Nicolás, trata de pasar un verano relajado, rodeado de amigos, reforzando día a día la relación con su hermano y llevándose alguna que otra chica a casa por las noches. Pero cuando las vacaciones se acaban y las clases comienzan, las obligaciones no son lo único que regresan.
Irene esperó que huyendo podría dejar sus problemas atrás, pero una vida tormentosa no es peso sencillo de soltar, especialmente cuando viene plagado de muertos.
Asher pensaba que tenía una vida perfecta. Era el mejor en su equipo de hockey, tenía las mejores notas en la universidad y un grupo de amigos que parecían serle fiel.
Pero cuando conoce a Skye, la hermana de uno de sus mejores amigos cree que la chica está loca. Tiene una actitud tan dura que es difícil de romper y suele irritarlo todo el tiempo desde que se ha mudado a vivir con su hermano y él.
Y cuando los chicos del equipo le proponen que no conseguiría conquistar a alguien como Skye, lo ve como un reto que está dispuesto a jugar, una apuesta para conquistar el corazón de alguien como Skye es suficiente para que Asher acepte, pues es demasiado competitivo y no está dispuesto a perder su puesto en el equipo de hockey y pasarse el resto del año en la banca como le han apostado.
Sin embargo, a medida que conoce a Skye, Asher se da cuenta que la chica es todo lo contrario a lo que le ha tratado de demostrar, conquistarla no parece tan complicado como pensaba y el corazón de ella no parece ser el único en juego.