La Selva, viaje amazonico

Santiago nunca había escuchado como se cargaba una pistola pero estaba cien por ciento seguro de que había sido ese sonido. Todo paso tan rápido que santiguo estaba confundido.
Cuando se escuchó el cargar del arma Santiago abrió la puerta por impulso, a su izquierda su vista quedo bloqueada por la puerta que acababa de abrir. Y la derecha solo vio un pequeño reflejo de un sujeto vestido con un traje, que parecía de piloto, que se lanzaba al suelo.

Todo eso pasó en segundos a la vez que una bala traspaso la puerta del compartimiento de Santiago y daba en la pared al fondo con un estruendoso sonido.