Amparo Gonzales no medirá más de un metro sesenta, ni correrá más rápido que Flash, ni será tan valiente como la Mujer Maravilla pero a veces uno se hace fuerte por los demonios que esconde. Los secretos oscurecen el alma, cualquier secreto, pero si es un secreto aterrador y siniestro como el que esconde esta familia, llegará a quemar cada parte racional del cerebro y cada parte sana del alma. Al descubrirlo no la volverán a ver de la misma manera, ni a ella, ni a su familia, ni a esa casa. Una casa que esconde tanto, que ni sus dueños se lo imaginan. Quizá ni el amparo de algún Dios bastará para salvar a esta familia y a sus amigos.