-¿Puedes decírmelo?- El rubio lo miró confundido sin entender a que se refería- Tu nombre, ¿puedes decírmelo? -No, no lo entenderías realmente- Ahora el confundido era el pelinegro, ¿cómo que no lo entendería?- Pero si de verdad quieres saberlo... te lo diré. los labios del más bajo se abrieron dejando expectante al pelinegro, de ellos salieron entonadas suaves y brillantes melodías que envolvieron por completo todos los sentidos del más alto. Una voz tan dulce y angelical con cierto misticismo que lo dejó clavado en su lugar, perdido completamente en esos tiernos y mágicos sonidos que le hicieron olvidar de absolutamente todo por un efímero momento. -¿Q-qué fue eso?- Sus palabras se perdían en su garganta, su pulso completamente acelerado, su corazón palpitando fuertemente en su pecho, sus pupilas dilatadas y su cuerpo entero temblando. -Mi nombre.All Rights Reserved
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