Una oportunidad

En un momento está recluido cuidando las heridas de latigazos en su espalda y al otro estaba en los campamentos de guerra contra la secta Wen y a su lado estaba su hijo que se veía más pequeño.

Lan Wangji no entendía nada mientras miraba a lo lejos el campamento, pero de repente su entorno cambia y alguien aparece frente a él diciendo que le había dado un nueva oportunidad junto con su hijo, pero tendría la responsabilidad de evitar las muertes de los Wen inocentes; además de obsequiarle nuevas habilidades y poderes para que pueda ayudar mejor. La otra condición debía matar a Wen Rouhan, purificar el hierro de yin y darle descanso a todas la almas de los cuerpos que el líder de la secta Wen controlaba.