¿Conocen esa sensación extraña cuando, por alguna razón, sienten que algo falta en su vida? Bueno eso sentía el, sentía que algo o alguien hacia le falta desde hace ya mucho tiempo, más no sabía que era.
Pero desde hacia unos años, sus sueños parecían darle indicios de que era aquello que le faltaba, más no era mucho: recordaba una sonrisa que le hacía sentir tan cálido como nunca lo había hecho, unos ojos, azules como el cielo más bello que hubiese visto; pero lo más importante era aquella voz, aquella melodía que le hacía estremecerse, aquella voz que ni podría compararse al mito del canto de una sirena, y es que eso era quedarse corto.
Aunque fuera tonto para algunos o imposible para otros, el quería encontrar la respuesta, quería encontrar a la persona de sus sueños y es que, aun si no sabia quien era, ella ya se había grabado en su memoria, en su corazón, en su ser.
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