Aquellas manos temblaban por el nerviosismo del momento, el intentar articular palabras le era imposible, todo lo formulado en su cabeza se fue diluyendo con el pasar de los minutos. Ahora sus mejillas teñidas de rojo, solo mostraban esos sentimientos que soltó sin pensar, levantando la mirada al joven que lo hacia suspirar desde que comenzó a interactuar con él. Pero como llegaron a esa situación, si no fuera por aquellas palabras tal vez esos sentimientos seguirían ocultos para él, el dueño de sus desvelos, suspiros y anhelos.