La oportunidad de una vida con privilegios no puede ser para todos, así como tampoco puede ser para todos gozar de los placeres que la naturaleza, tu alrededor, las personas, te brindan. Romperte en mil pedazos pero de una forma verdadera, puede ser quizá tu mayor miedo, pero definitivamente para quien sabe que puede perderte, es la peor de las torturas, especialmente por la forma en que tu recuerdo, deja marca.