Jaime es un chico de 17 años, en su último año de instituto, abiertamente gay, cantante en un grupo y con un odio descarado hacia el fútbol, los futbolistas y todo lo que envuelve ese mundillo plagado de machistas homófobos.
Lucas es un joven de 18 años, compañero de clase de Jaime, estrella de fútbol del instituto y secretamente enamorado de Jaime. El sueño de Lucas es llegar a jugar en primera división, eso le obliga a permanecer tan adentro del armario como le sea posible, su plan es perder a Jaime de vista cuando el instituto finalice.
Pero a veces el destino es demasiado caprichoso y decide que la madre de Jaime y el padre de Lucas se enamoren y quieran formar una feliz familia de cuatro.
Alexander cada día desahogaba sus penas escribiendo en su diario. Alexander cada día resistía para no deslizar el cutter sobre su piel. Alexander se sentía nervioso por la insistente mirada de uno de sus compañeros. Rodrigo sentía una curiosidad por el chico callado que se sentaba al final de la clase. Rodrigo quería descubrir por qué cada día aparecían nuevas heridas en la piel de Alexander. Rodrigo quería leer el cuaderno que Alexander cuidaba con recelo de todos. Rodrigo poco a poco trataría de meterse en la piel de Alexander y lucharía porque sus labios fuesen los que se paseasen por la piel de él.
Rodrigo conseguiría que ese diario dejase de ser de un suicida.