- Repítelo. - Yo, Priya Chopra, soy solamente tuya. Mi cuerpo y mi corazón tienen un solo dueño, Samar Khan. Sube la mano en una caricia lenta que sigue su camino hasta encontrarse a escasos centímetros de mi rodilla. La piel me arde. Una ola de calor me sacude entre los muslos. El señor Khan alza la vista hasta encontrarse con mis ojos y un camarero abre la puerta dejándonos paralizados. Por mucho que me cueste aceptarlo, mi cuerpo lo pide, lo deseo, es mi anhelo