Las cosas estaban en su punto más fuerte, donde la comida faltaba y las peleas se hacían cada vez más presentes. Cuando cumplí los 19 años, decidí hacer algo por mi familia, algo por poder alimentar a mis hermanos y curar a mi madre, pero apareció él; la oportunidad de poderles dar todo a mi familia y la probable oportunidad de enamorarme o la de rendirme por completo. Aún está en proceso, pero no modificaré los capítulos. Prometo ya estar más presente, los quiero.