Gritos, disparos, yo con un arma en la mano, Akim cayendo sin vida en el suelo, todo esto se repite en mis sueños todos los días.
Yo lo mate, mis hermanos no me echan la culpa, dicen que hice lo correcto, que en mi lugar ellos harían lo mismo, pero siento en mi pecho y conciencia culpa.
Pero todo cambia en la noche en la que la conozco a ella, una simple desconocida, que viene a poner mi mundo en orden, que se transforma en lo mas especial para mi, tan solo ella puede hacer que todo lo malo que me rodea desaparezca, que la sangre derramada por mis manos pase a un segundo plano.
Ya no quiero que ella siga siendo una simple desconocida para mi, quiero saber su nombre, ser su compañero, su novio, la persona en la que ella pueda apoyarse, pero ella no me lo permite, no quiere decirme quien es, no me permite decirle quien soy, ella dice que las cosas desaparecerán y cambiaran si sabemos nuestros nombres, que ella no quiere perderme.
Y yo la entiendo, pero la relación que tenemos ya no es suficiente para mi, ya no quiero que seamos desconocidos
Arthur Zaens, un multimillonario frío y desalmado que ha vivido en la oscuridad desde la desaparición de su esposa, dejándolo solo con sus dos hijas gemelas. Desesperado por encontrar una niñera que cumpla con sus estrictas expectativas, Arthur conoce a Lía, una ex escritora y editora recomendada por un amigo. Aunque su relación comienza de manera conflictiva, con discusiones y malentendidos desde su primer encuentro en un bar, Lía se convierte en la persona que poco a poco transformará la vida de Arthur y de sus hijas, desafiando su frialdad y cambiando su mundo para siempre.