Era un verano, suave y cálido, venía para un trabajo, una oportunidad de desarrollar mi talento, cuando la vi, la vi y supe que era para mi, era ella la que debía acompañar,e por el resto de mis días, «con ella trabajarás», fue la mejor cosa que me pudieron haber dicho, pues aún sin haberla conocido supe que era para mí, esa sonrisa que me cautiva, esa mirada que llega a lo más profundo de mi alma, ella, Mariana, es ella la que el destino me puso en frente para poder ser feliz, mi vida es enamorarla cada día mas, mi tarea es calmar su sufrimiento, refugiarla en mi amor, en un amor afable y de ilusión, no de papel, no temporal, refugiarla en mi, cuidar el ángel que me pusieron, y aunque no estemos juntos, sabe que aún le sigo prometiendo todas las estrellas del cielo, que la sigo amando como a nadie, que a pesar que nuestros caminos ahora sean distintos, lo que mas deseo es que todo sea como antes, ver su hermosa sonrisa cada día, verla junto a mi.All Rights Reserved
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