Hace años, Gustabo empezó a acudir a un psicólogo tras notar cambios repentinos en su comportamiento debido al estrés que sentía día tras día. Las terapias no le servían de nada y todo iba a peor. Gustabo empezó a despertarse en distintos sitios de la ciudad, los cuales cada vez eran más raros según pasaban los días, y sin recordar nada de lo sucedido. Una vez se encontró rodeado de varios cadáveres, lo cual ya alertó al chico yendo a un centro de salud más serio: un psiquiátrico. Le diagnosticaron trastorno disociativo de identidad, el cual se hacía presente en momentos de tensión e inestabilidad emocional. Gustabo le dió el nombre de "Pogo". Pasaron varios meses y se recuperó, así que dejó de tomar las pastillas que le recetaron. Pero tras unirse a la policía, el estrés regresaría. Y también regresaría él, Pogo. • Historia ideal para aquellos que se quedaron con las ganas de ver más a Pogo. • Mucho drama. • Acción. • No shipps. • Contenido explícito (descripciones gráficas de violencia y lenguaje con palabras malsonantes).