Una historia juvenil de amor, familia, amigos, trabajo, todo lo normal de una vida común y corriente, pero también un toque de odio, rencor, deseo de venganza, alcoholismo, drogadicción, secretos, porque eso será la vida de Ella Brooks.
¿Una niñez normal? ¿Con amor, caricias, dulces, un abrazo de mamá, un cuento antes de dormir de papá? No, todo lo contrario. Amelie no tuvo nada de eso en su infancia, por el contrario; una mamá alcohólica, adicta a las drogas, dependiente de un hombre; su padre, otro alcohólico, maltratador, violento, y para cerrar con broche de oro este las abandona y su madre decide dejarla en un orfanato.
Pero no todo es malo, Amelie consigue una excelente familia que la adopte y le de todo el amor que su familia biológica jamás le dio, junto a su nuevo nombre, Ella.
Sólo hay un pequeño problema; ella conservará un recuerdo de su madre el cual le clarifica todos los maltratos y desprecios de su padre, llenándose así de un gran y peligroso sentimiento, la venganza.
¿Podrá Ella llevar a cabo su plan hasta el final? O, ¿algo, tal vez alguien, le va a truncar sus planes?
Emilia, una joven odontóloga, está comprometida con un pintor famoso de la ciudad de México, Daniel Gastón, reconocido por siempre pintar a la misma mujer. Este menciona que no es más que un alter ego de él mismo en femenino, pero Emilia no está conforme con tal explicación. Un día se encuentra un cartel en la ciudad que anuncia un recital poético, pero en él verá una fotografía que le cambiará la vida.