Las personas sufren, es inevitable no sufrir al menos un momento en toda tu vida, la vida no es justa ni misericordiosa, y eso es algo que algunos aprendemos desde pequeños por más triste que suene, algunos lo consideran un golpe de realidad para hacernos entender que no todo es perfecto, otros un castigó de Dios por nuestros pecados, y otros simplemente lo consideran algo parte de la vida para enseñarnos a cambiar y a mejorar.
Algunos sufren más que otros, eso está claro, pero todos al final sufrimos, sin importa la edad, generó, color, economía, sexualidad u profesión.
En esta historia irás viendo cómo nuestros protagonistas aprendieron que es el sufrimiento desde temprana edad, que por casualidad se terminaron por encontrar, intentando así buscar la felicidad que tanto han deseado desde hace mucho tiempo, apoyándose entre sí e intentando no tocar fondo por más desesperanzados que esten.