La miró fijamente durante un rato con sus ojos color avellana. No pudo soportarlo ni un segundo más. Su aliento era cada vez más pesado, seguro que se quebraría. ¿Qué le había hecho al buen Dios para tener que lidiar con ese tipo de rarezas? Ariana tenía los rasgos de una princesa angelical, una voz dulce y una sonrisa amable, pero era todo lo contrario. Una plaga temperamental, eso es lo que era. T/N mentía y decía que no le interesaba su personalidad, era divertido verla salir de sus casillas cada vez que la provocaba. Pero su comportamiento intrusivo y curioso no iba a durar mucho tiempo. G!P tú