Danielle Evans. Una chica demasiado madura como para considerarse una niña pero demasiado inestable como para ser un adulto. A lo largo de su corta vida ha tenido que soportar tempestades desastrosas, muertes, gritos y dolor.
Todo ello la llevó a convertirse en lo que fue. Y en lo que siempre será. Con los errores de su pasado, muchos la repudian y la apartan. Porque todo se torció desde que aquello sucedió. Jamás se lo perdonarían. Ella se encontraba sola en su calvario personal desde aquel entonces, aislada y traicionada por todos lo que amaba.
Siempre se preguntó si eso del amor era cierto. Todos decían que amarla mejor medicina, esa sensación gatificante. A ella le parecía una estupidez, un modo más de sufrir.
O al menos lo hacía hasta que aquella notificación sonó en su móvil. Una segunda oportunidad. Habían aceptado su solicitud. Sin que lo esperase, él se coló en su corazón tomándola por sorpresa, dándole una razón para salir adelante. O algo nuevo con lo que ser destruida.
Dicen que el amor entre alguien roto y alguien sano es el mejor. Que el mejor romance es entre una persona buena y una mala, porque puede curarlo con su luz.
¿Pero quién dijo que dos almas resquebrajadas no podían unirse para curarse el uno al otro?
¿Quién dijo que en vez de salir, no podían acerse compañía en la oscuridad?
El dolor de ella, el pasado de él. Ella era todo oscuridad, pero él también. Ambos se encontraron en mitad de la tempestad. Y entonces, todo aquello explotó formado la tormenta perfecta. Ella necesitaba amarse, volver a ser quien fue.
Así que, la verdadera pregunta en esta historia es:
¿Quién quiere calma después de la tormenta cuando puedes crear un huracán debastador? ¿Cuando puedes vengar y resurgir de tus escombros para un último duelo?
Esa siempre fue la eterna pregunta. La pregunta de su último "exhala".
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Asher pensaba que tenía una vida perfecta. Era el mejor en su equipo de hockey, tenía las mejores notas en la universidad y un grupo de amigos que parecían serle fiel.
Pero cuando conoce a Skye, la hermana de uno de sus mejores amigos cree que la chica está loca. Tiene una actitud tan dura que es difícil de romper y suele irritarlo todo el tiempo desde que se ha mudado a vivir con su hermano y él.
Y cuando los chicos del equipo le proponen que no conseguiría conquistar a alguien como Skye, lo ve como un reto que está dispuesto a jugar, una apuesta para conquistar el corazón de alguien como Skye es suficiente para que Asher acepte, pues es demasiado competitivo y no está dispuesto a perder su puesto en el equipo de hockey y pasarse el resto del año en la banca como le han apostado.
Sin embargo, a medida que conoce a Skye, Asher se da cuenta que la chica es todo lo contrario a lo que le ha tratado de demostrar, conquistarla no parece tan complicado como pensaba y el corazón de ella no parece ser el único en juego.