La historia comienza con un chico llamado Lleó y una chica llamada Camila, quienes se conocieron cuando estaban ingresados en el hospital. Camila padecía una enfermedad alimentaria y Lleó había sido diagnosticado con cáncer.
A pesar de las circunstancias difíciles, Lleó y Camila se hicieron amigos y, con el tiempo, se enamoraron.
Camila fue dada de alta y pudo regresar a su vida normal. Pero Lleó todavía tenía que someterse a tratamientos y permanecer en el hospital.
Lleó y Camila acordaron mantener contacto y escribirse, pero con el tiempo perdieron el contacto y cada uno siguió con sus vidas.
Unos años después, Lleó estaba emocionado por comenzar una nueva vida y hacer nuevos amigos, pero nunca imaginó que Camila seria la hija del novio de su madre.