“Días, meses, años, esto puede durar mucho tiempo, pero lo que quiero es que logre salir de esta. Hace bastante que la voy a visitar a este lugar tan triste llamado hospital. A ella. A la chica que robó mi corazón. La que me demostró que no todas las chicas son interesadas. La que me enamoró con su sonrisa, su risa, sus ojos color verdes que ahora estaban cerrados por mi culpa, por mi estúpida culpa. ¿Por qué no impedí que pasara? Ella era única para mí, perfecta y ahora está en un profundo sueño del cual no se sabe si despertará.”- Decía él a sus amigos semanas después de aquel horrible accidente que puso entre la vida y la muerte a María.- “La quiero, la puedo estar perdiendo y no puedo hacer nada”- Dijo llorando, él nunca lloraba delante de sus amigos pero para él esto era algo muy fuerte, cosa que ellos sabían y lo animaban.