Tómalo, que el tiempo pasa.

Es uno de esos momentos, en los que estás sola en tu habitación en un día de lluvia, escuchando a pink floyd mientras piensas en todo, en todo lo que te rodea y de lo que en realidad no tienes ni puta idea. No tienes con quién compartirlo. En realidad, no tienes nada ni a nadie. Pero aun así sabes que no eres la única por lo que sonríes y sigues como si no pasara nada, o mejor dicho, como si en tu vida sí pasase algo, algo que de verdad mereciese la pena. Por todos aquellos que son como tú o que están como tú, aunque no tengas idea de quienes sean. Sales adelante.
Pero esto sigue siendo una putísima mierda, ¿verdad?
Estás sólo.
Así que bebe, que olvidarás tus penas, aunque sea por un momento.
Coge un cigarro y que se expanda el humo, que se lleve los problemas con él.
Escribe todo lo que sientes en una carta y quémala, mira como el fuego la va consumiendo hasta quedar en cenizas, mira cómo tus palabras son llevadas por el viento.
Mira como ya no tienes nada de qué preocuparte.
Mírate.