Sarasa, dejame, no quiero estar estar contigo nunca más, me arrepiento de todo, ¡Todo hubiera sido mejor si no te hubiera conocido! ¡TE ODIO! -grito el pelinegro, estaba en pánico, no podía hacer otra cosa más que hablar, se arrepintió de su actos, si tuviera la posibilidad de regresar en el tiempo, hubiera decidido no hablarle, a ese rubio enfermo de mierda.
-Oh vamos querido, hoy es el día de nuestra boda, ¿porque estas así? Prepare el escenario perfecto, vamos a casarnos ¡Hay que ser felices!
-dijo el rubio, sonriendo alegremente, su sonrisa era muy grande, parecía que disfrutaba ese momento, el era el único que disfrutaba, el otro lo odiaba.
Al defender a su familia de un asaltante y morir, Alicia es transmigrada a un mundo del matriarcado, donde las mujeres son el pilar y las que mantienen a la familia, mientras los hombres son los que se quedan en casa.
Lo más sorprendente para Alicia no es el sistema en el que se rige la sociedad, los hombres, que no solo son los que dan a luz, si no, que se dividen en dos.
Los oro, la clase baja que tienen tendencia a dar a luz a otros hombres.
Y los jade, la clase alta que tienen tendencia a dar a luz a mujeres.
No solo eso si no que al ser las mujeres un bajo porcentaje, las familias se conforman por un harem de hombres, los cuales no son vistos más que como máquinas de hacer bebés.
La imagen la saque de internet créditos de la imagen a: "Alya".