𝐇𝐄𝐋𝐄𝐍𝐀 𝐆𝐑𝐀𝐘 era una bruja peculiar. A pesar de ser una orgullosa Slytherin, no tenía el mismo gusto que sus compañeros por lo que ellos denominaban "sangre pura", y por supuesto, no repudiaba a aquellos cuya sangre se encontraba mezclada con la no mágica. Y esto, en buena medida, se debía a la educación que le habían proporcionado sus tíos paternos, con quienes vivía desde que tenía uso de razón debido al trabajo de sus padres.
𝐃𝐑𝐀𝐂𝐎 𝐌𝐀𝐋𝐅𝐎𝐘, por otra parte, vivía una vida que muchos considerarían perfecta, pero distaba mucho de serlo. Se sentía como un prisionero en su propia casa, uno al que torturaban todos los días y que, por ello, perdería la cabeza. Y todo por un fin mayor y que él aún no comprendía, o eso le decían sus padres. Cosas como la felicidad no tenían cabida en la mansión de los Malfoy, tan solo el miedo y el odio; y esto consumía el alma del joven Draco poco a poco.
Pronto, el destino de ambos se verá entrelazado por una apuesta, la cual terminaría con más de un perdedor. Lo que ninguno de los jóvenes slytherins sabía era que, antes de lo esperado, la calma y los juegos de niños perderían todo el sentido con el resurgir de un mal mayor. Uno que cambiaría la vida de ambos para siempre.
El cáliz de fuego - Las reliquias de la muerte.
Harry Potter fanfiction.
Donde el corredor argentino, conocido por su facilidad para chamuyar, cae ante una chica Ferrari
Donde Julieta, sin querer, cae ante el argentino chamuyero