Me es tan difícil sacarme a cada uno de ellos de mí, llegaron para dejar su marca en mi piel y aunque me hacen sentir sentimientos encontrados sé que son el mal.
No soy perfecta en absoluto y no busco serlo, tome malas decisiones, pero, así como me equivoque también ame, llore y fue feliz en pequeños segundos en sus brazos.
Todo eso me llevo a un solo lugar, y esta vez estaba completamente segura que era diferente, esta vez no me iba por que me dejaran plantada en la plaza roja, esta vez huía porque mi vida corría peligro.
Las manos me sudaban como nunca, sentía un dolor en el pecho, y los ojos los sentía hinchados, pero aun así no dejaba de pensar en él. En todo lo que pudimos ser.
Escuche las bocinillas del aeropuerto anunciar el vuelo hacia Tokio, camine lo más rápido posible no podía perder ese vuelo.
Y antes de que el avión despejara volví a tomar mi teléfono lo sostuve dudando en hacer o no esa llamada; ya había lastimado mucha gente.
Pensé en márcale, pero ya nos habíamos hecho mucho daño las heridas del pasado se habían vuelto en abrir, era mi alma gemela pero no el amor de mi vida.
Lastimé a quien me había entregado su corazón sin importarme que el sentimiento no fuera mutuo.
Hice enojar al demonio, si saber realmente lo que era.
Y Kozlov volvió a despertar lo que tanto me había callado, provocando que le admitiera lo que él ya sabía desde que nos cruzamos por primera vez
Éramos uno en un millón
A Veces el león se disfraza de la oveja, o la oveja se disfraza del león.