Recuerdo perfectamente aquel día en donde las tragedias comenzaron a suceder ¿lo esperábamos? Claramente no. Pero cuando las grandes ciudades comenzaron a apagarse, las fronteras a cerrarse, pueblos a quemarse... cuando las personas comenzaron a morir a manos de criaturas desconocidas, muchos de los que se ocultaban y trataban de salvar sus vidas, comenzaron a decir "La humanidad está perdida" ¿realmente lo estaba? "Criaturas desconocidas" eran desconocidas para muchos, para la gran cantidad de población en todo el mundo, pero... existíamos nosotros.
Por fin después de años renegando de mis poderes, de los entrenamientos a los cuales tuve que someterme, de tener que ocultarlo a todo aquel que se cruzara en mi vida, por fin podía decir que estaba contenta de tenerlos.
-Gracias dios, universo u quien sea que me los haya otorgado -hablé en voz alta -es mi turno de aportarle algo al mundo y no dejar que sea consumido por unos intrusos. Ellos, es decir... nosotros -me corregí -protegeremos nuestras tierras.
Mis ojos se encontraron con una mirada oscura, la cual siempre estaba llena de misterio y en estos momentos la determinación destellaba de forma alucinante en ellos. Moví los ojos y mi mirada se encontró aquellos divertidos ojos color miel, estos estaban lleno de emoción y sabía que atrás de esta se ocultaban muchísimas emociones, pero simplemente le regalé una sonrisa.
-No perderemos -pronuncié -no dejaremos que el mundo se hunda en una lamentable oscuridad.