-¡Un nuevo Hijo Lunar ha nacido! Habían pasado más de 200 años desde que un Hijo Lunar había pisado la Tierra. A pesar de eso, la gente lo había esperado con ansias, pues su llegada significaba grandes cambios para el Imperio. -¿Ha surgido un nuevo Hijo Lunar? ¿Lo han anunciado ya? -¡Que sí! ¡El Oráculo lo ha anunciado en la misa de esta mañana! -Son grandes noticias para el Imperio . -¿Imperio? Querrás decir Continente. Todo el continente estará feliz una vez que se difunda la noticia, su nacimiento es la luz misma. El Imperio estaba tan absorto en la celebración, que olvidaron un pequeño gran factor. Cuando ese pequeño halo de luz nace, junto con él, se desarrolla un halo de oscuridad. Irónicamente, el guardián de la luz, era nada más y nada menos que la oscuridad misma.