«Son nuestras decisiones las que definen nuestra libertad» Lejos del reformatorio todo se vuelve oscuro para Célestine. Se siente sola entre los bellos edificios parisinos, sin ninguno de los conocidos con los que ha crecido. Enmendar todos sus errores empieza a ser una lista interminable, y ser mejor persona se ha convertido en un sueño inalcanzable. La vuelta de Adrien comienza una serie de dudas, una serie de preguntas que antes había tenido miedo de hacerse; qué es querer a alguien, qué es darlo todo por un amigo, qué es anteponer el bien ajeno al propio. Una llamada que no coge es lo que la impulsa a recuperar a Colette, a pedir perdón. La clave de la libertad se mide en decisiones, en el valor que demuestra nuestra determinación. Y mientras haya caminos, aunque sean transparentes, habrá decisiones que se puedan tomar, pasos que dar. Los puentes de cristal a veces filtran la luz y le dan colores que nunca antes tuvo, y a veces reluce el de la esperanza, que se resiste a la rendición, porque es la decisión más valiente de todas. No rendirse. Clara Romero © 2021
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