Leonardo, no tenía esta clase de tiempo. Solía ser estudiante estrella, relativamente bueno con las chicas y un miembro indispensable del equipo de fútbol. Solía tener un propósito. Ahora, solo está rodeado de distracciones, la salud decadente de su abuela, el acoso insistente de su hermano y la frialdad de su ex novia. Él tiene que hacer todo lo posible por darle alguna estabilidad a la gente a su alrededor, incluso los que él odia. ¿Cuál otro punto tiene su vida?
Marcela ya carecía de energía para seguir con estas cosas. Siempre enfocada e indiferente, trabajando dia y noche entre momentos de inconcecuente sexo con cualquiera, con solo el objetivo de mantener a ella y a su mama quien se pretendía como una bruja. Ahora se encuentra dominada por un cansancio crónico y menguante cordura, al lidiar con la muerte de su madre, la entrada de familia lejana a su vida y las insistencias de su ex novio. Se lo debía aguantar todo y seguir esforzándose hasta reventar. ¿Qué más sabía hacer?
Y como cereza para el pastel, un fantasma. Teodora Villavicencio, una chica de clase alta, que gozaba de una vida normal y feliz, fue víctima de dos grandes accidentes. Uno que le quitó la vida y otro que trajo su alma devuelta y a las vidas de estos dos chicos. Para bien o para mal.