Él era el único que se esforzaba por estar a su lado, incluso, haciendo hasta lo imposible para llegar puntualmente a la hora del té. Nadie podía invadir ese espacio, ni el tiempo que la semi demonio le dedicaba solo a él, ni su mejor amigo Robin, ni siquiera un villano, de lo contrario se enfrentarían el enojo del niño de acero.