Alguna vez tuviste un sueño, aquel que por más difícil que fuese el camino, correrías tras de él, sin importar cuántas veces caigas en el intento solo para poder alcanzarlo.Yo si lo tuve, pero nunca imaginé las pruebas que el destino tenía preparadas para mí.
El sueño de verme reflejado como el nuevo símbolo de la paz se derrumbo poco a poco, quien lo diría no?.
En cosa de un instante todo dió un giro inesperado un camino nuevo en mi vida se aproximaba, sin embargo este no aceptaba mi sonrisa y en el transcurso de este se fue apagando junto con el mi corazón, el cual se desgarraba en cada instante en qué llegaba a recordar aquellos momentos que había compartido con aquellas personas, de aquel pasado que ahora desconozco y que con el tiempo llegaron a volverse un tanto borrosas al punto de ser irreconocibles y sin darme cuenta su calidez y luz se fue desvaneciendo.
Mis dos amores por más que les grite una y otra vez mi voz no los alcanzaba, dejándome en el olvido.
Con el tiempo aprendí que por más ayuda que pidiera o el cuánto anhelara un héroe este no aparecía desgarrando aun más mi corazón.
En mi cabeza aún suena aquella voz una y otra vez :
Porque se rindieron tan facil.
Por qué no lucharon hasta el final
Por qué no tomaron mi mano
Arthur Zaens, un multimillonario frío y desalmado que ha vivido en la oscuridad desde la desaparición de su esposa, dejándolo solo con sus dos hijas gemelas. Desesperado por encontrar una niñera que cumpla con sus estrictas expectativas, Arthur conoce a Lía, una ex escritora y editora recomendada por un amigo. Aunque su relación comienza de manera conflictiva, con discusiones y malentendidos desde su primer encuentro en un bar, Lía se convierte en la persona que poco a poco transformará la vida de Arthur y de sus hijas, desafiando su frialdad y cambiando su mundo para siempre.