⩩ ] tú, ángel rubio de las nítidas noches, ¿acaso no posees aquel fehaciente atardecer en donde tropezar contra un grato crepúsculo? ya, pues, este se manifiesta en tus ojos, y los míos, ilustran en los tuyos.
Éramos almas gemelas, pero recordé que las almas gemelas no siempre están destinadas a estar juntas, ahora él está brillando allá y yo, yo estoy aquí, sé que en algún momento volveremos a encontrarnos y cumpliremos todo lo que un día soñamos.