¿Sabes cuando estás tan jodido y en la mierda que ya eres inmune a todo? Hasta tu propio sufrimiento lo ves como algo normal y, al final, termina consumiéndote y hundiéndote con él.
Aunque siempre hay algo, algo que te hace querer luchar y seguir adelante, un destello de esperanza, un rayo de luz en el camino. Hay veces que lo consigues, consigues aferrarte a ese destello y consigues superar todas tus mierdas, aprendes a vivir con ellas y dejarlas a un lado. Sin embargo, en la mayoría de los casos te hundes con ella, hasta que sientes que te ahogas y no eres capaz de salir a la superficie, y cada vez te hundes más y más.
Entonces él entra en mi vida, igual o más jodido que yo, y a lo mejor somos capaces de ayudarnos mutuamente a alcanzar la superficie. O quizá no. Incluso puede que nos hundamos aún más.