El arrepentimiento no basta.
Una novela donde se trata el tema de la pedofilia, el maltrato infantil, los lazos de amistad y hermandad que surgen en situaciones adversas y el control que puede ejercer alguien sobre la psique y la auto estima dañada de otra persona.
Una historia donde se le da un punto de vista macabro, pero no ilógico del todo, a la pedofilía, sobre la ética moral y lo retorcida de una sociedad, dónde matar es prohibido pero este tipo de acto lascivo pasa casi desapercibido y sin castigo ejemplar para gran parte de ellos.
En esta obra se le da el visto "bueno" a la pena capital de propia mano en dichos casos y la irrecuperabilidad del sujeto que ejerce el crimen, sin dejar de lado las amistades surgidas y en donde, hasta el amor por afinidad consanguínea, se pone en tela de juicio.
Una historia cruda y bastante cruel, basada en los hechos narrados por parte de una víctima de ese flagelo, imprimiendo en ella un poco de ficción y dramatismo para acentuar el impacto que pueda provocar.
En esta obra, un tanto bisarra, se trata de exponer la inmoral forma de juicio de nuestros derechos humanos, dónde se luchan por los del agresor y se olvidan totalmente los de su víctima.
Esta no es una historia juvenil ni de amor convencional, es una historia donde se trata de exponer al lector al pensamiento crítico sobre, ¿Qué tan limpia fuese nuestra sociedad si, a cada profanador se le da el justo castigo? ¿Que tanto se lo pensarían sus pares antes de cometer un crimen de la misma magnitud?
Vidas inocentes y libres, monstruos contenidos. Un vida justa para nuestras generaciones futuras, generaciones en pleno e inocente crecimiento.
