
Haeri se ha quedado un rato más conmigo y así escucharme recitar mi nuevo relato mientras el cielo se va llenando de estrellas. No es la primera vez que esto pasa, es casi rutina. Desde esta mañana ya tenía en mente enseñarle mi nuevo trabajo, pero lo que no estaba planeado era que se me escapase un "te quiero" entre verso y verso.Todos los derechos reservados