Todoroki fue diagnosticado con trastorno depresivo persistente apenas al comienzo de su adolescencia. Este trastorno se caracteriza por un estado del ánimo distimico junto con otros síntomas depresivos. Actualmente apunto de cumplir la mayoría de edad, en su último año escolar y por recomendación de su terapeuta se une a un club, donde conoce a cierto peliverde de sonrisa radiante que quiere hacerle ver que el estar vivo es un privilegio fuera del velo de negatividad que lo rodea.