Una leyenda Japonesa cuenta que las personas predestinadas a conocerse se encuentran unidas por medio de un hilo rojo atado en cada dedo meñique. Éste se puede estirar, contraer, enredar pero nunca romper. En el mundo de Lali el hilo resultó ser multicolor, siempre se enamoró sin importarle el sexo u género, Pero.. ¿Que pasa si su verdadero hilo rojo no es rojo ni multicolor? ¿Que pasa si su verdadero hilo es en realidad verde? Creer y entregarse, o negarlo y rechazarlo, esa es la cuestión.