En una gran mansión se encontraba el Joven amo primogénito de la familia Kurenai, Shu Kurenai, quien recién había heredado aquella mansión y desde hace menos de un mes dedicado a redecorarla en absoluto, y el día de hoy, elegiría a las nuevas criadas.
Shu: Buenos días jovencitas.
Todas las chicas que hay se encontraban gritaban internamente al ver al tan joven apuesto que tenían enfrente y, si lograban pasar la prueba, trabajarían para él.
Bueno, todas menos una en particular, de cabello corto, lacio azul oscuro y de estatura un poco alta para el promedio de una chica de 16 años.