Gema Steel, se describe con dos palabras, curiosa y ordenada. Tiene una obsesión por el orden y las listas, donde teóricamente, escribe absolutamente todo de su vida, de lo mas mínimo hasta lo mas grande, pero, también tiene un grave defecto y es, ser extremadamente curiosa.
Una de sus curiosidades, la interpondrán en el camino de una persona extremadamente indiferente y calculadora, Azael Brown, se diría que, es el típico chico popular del instituto, pero, en este caso, no tan típico. Azael Brown, llama la atención por su peculiar personalidad y atractivo físico.
La vida de estos dos jóvenes causaran, bastantes problemas en la sociedad y todo comienza por, una traviesa curiosidad de Gema que, la guiará a la verdad, solo que durante el camino pasarán muchas cosas... como ¿Salvar al culpable? ¿Crear una obsesión? Por ahí dicen que, la curiosidad mato al gato, pero en esta ocasión, Gema mato la curiosidad.
Samantha Rivera y María Victoria Arellano.
No tenían muchas cosas en común, sus edades eran distintas, sus maneras de caminar no coincidían y mucho menos la estatura. Nunca pensaban igual, tenían ideas muy diferentes y actitudes contrarias. María Victoria era dueña de si misma, Samantha era una chica insegura. Sus manos parecían ser hechas como piezas exactas para encajar una con otra, con los dedos entrelazados y mirando a la misma dirección.
Samantha era su pequeña.
Está historia no me pertenece, todos los derechos a su autor original.