Aquel mes de otoño en el bosque, con aquellas típicas hojas anaranjadas, caminos secos y árboles semidesnudos, no pensé encontrar mi salvación. El cazador que estuvo por dispararme, me salvó la vida.
No obstante, no todo iba a ser color de rosa. Lo que sí que no llegué a pensar era en lo asustada que iba a estar. En la clase de compromiso que iba a poner a todos los de mi alrededor de ahora en adelante.
«¿Qué sería de mí una vez supieran todos la verdad?» me repetía bastantes veces.
Por eso mismo... Con miedo de ser localizada, dejé de ser yo misma. Me transformé totalmente en otra persona, y aprendí así a sentir y comportarme como otro ser humano más.
Escucho pasos detrás de mí y corro como nunca.
-¡Déjenme! -les grito desesperada mientras me siguen.
-Tienes que quedarte aquí, Iris. ¡Perteneces a este lugar! ¡Tú no eres una humana normal! -grita un guardia sin dejar de perseguirme...
-¡No! Yo pertenezco a mi ciudad, con mis padres... -cuando estoy por llegar a la salida veo a dos chicos.
Practicando con espadas...
-¡Sky! ¡Atrápala! -grita Rick...
Uno de los chicos desvía su mirada y nuestros ojos se conectan
Sus ojos dorados me miran fijamente...
Revolotea despreocupado su cabello rubio, pero luego...
Se da cuenta de lo que sucede y me apunta con su espada
Yo me detengo inmediatamente...