La douleur exquise

"Me estoy por ir cuando Lucien, sudado y con algo de tierra en los brazos, se queda en el umbral de la puerta mirándome a mí y a su hermano como si acabará de presenciar la muerte de un ser querido. El rostro se le desconfigura por completo; una actitud diferente a la que suele acostumbrar.
Ve a su hermano, casi desnudo, sentado en el sofá. Y me mira a mí.
Tengo que llevarme las manos a la boca para poder ocultar la sonrisa victoriosa que forman mis labios".

Paris Queen es amante de los juegos; Romain y Lucien Signolet parecen ser una diversión sagrada, un juguete nuevo y atractivo servido en bandeja de plata.
Llegaron de Francia una mañana fría en la que nadie los vio entrar a su nuevo hogar: la mansión frente a la casa de Paris. Son atractivos, inteligentes y llevan un título de nobleza falso en las frentes, a pesar de ser muy pobres y no tener a nadie en el mundo, los Signolet se comportan como adultos experimentados. Ambos parecen absortos en sus propios mundos, sin ningún interés en lo que sucede a sus alrededores. Ignoran por completo que Paris ha iniciado un juego en el que ellos son trofeos.