Toda mi vida a sido una secuencia de relaciones sin sentido tanto de amistad como amorosas. Estaba determinada a no enamorarme y centrarme en mis estudios universitarios y obtener la carrera en el ámbito de la salud que más salidas laborales tenía según mis padres. Eso era lo que me había propuesto, sin embargo, él llegó a mi vida cambiando todo plan que pudiera tener. Las cosas no siempre salen como las esperamos pero fue la excusa perfecta para que mis nuevos días como universitaria fueran los mejores. Max fue mi perdición me hizo replantearme todo aquello que creía conocer de relaciones para el momento. Me conquistó con esos preciosos ojos café, que tan solo con una mirada me hacían temblar y los cuales no podía ni quería dejar de mirar.