A veces, el destino nos juega cartas que no podemos ignorar. Jughead trató de reprimir lo que sentía por aquella chica, convencido de que era un error dejarse llevar. Pero en el momento menos esperado, una broma inocente -ella llamándolo "Daddy" en medio de risas- transformó la atmósfera entre ellos, desatando una conexión inesperada que lo dejó atrapado entre la atracción y la confusión. Ahora, se enfrenta a un dilema: ¿debería seguir ignorando sus sentimientos o arriesgarse a perderse en un juego que podría cambiarlo todo?