Cuando empecé en la música solo tenía una vieja guitarra, aprendí intuitivamente a tocar, arpegear y cantar. Luego conocí a una persona que considero, aún a día de hoy y probablemente para toda mi vida, como mi alma gemela. Para ella fue mi primera canción, mis primeras 12 canciones, y las dos últimas que jamás escuchó. Pero esto no trata de las 12 ni las mil canciones que tengo en mente, sino de la primera, aquella que siempre estará aquí, en mi corazón.All Rights Reserved