Perezosamente rutinaria.
Así era mi vida.
Antes de todo.
Antes de él.
Soy una otoño, reservada , tranquila y quizás un poco sensible, como cualquier otra, sobre llevando mi aburrida vida como cualquier otra adolescente de diecisiete, hasta que ya no lo era más.
Un día, todo cambia, verdades se relevan y personas aparecen, él aparece y mi vida da un giro de trescientos sesenta grados.
Si un día atrás me hubieran contado que yo, Cassandra Redmond, no era una hija de otoño común y corriente, que pertenecería a algo que iba mucho más allá de mi, que me iba a enamorar y que quizá no iba a salir del todo bien en el proceso, le hubiera dicho que las drogas no son precisamente buenas, y aún así...pasó.
Aún no estoy segura de si alguna vez hubiera querido cambiar mi destino. Porque, por supuesto esto era una historia de épica, llena de héroes y heroínas, miedos, esperanzas y hechos, pero también había pasión, amor, desilusión y dolor.
El universo tenía sus planes y en los míos, además de un montón de secretos incluían a Nick, un hijo de invierno, por supuesto.