Belmont, un chico antipático, que nunca muestra emociones, serio y frío, gracias a sus padres, un señor que da miedo, alcolico pero elegante y extricto a más no poder, que cada vez que Belmont desobedecia o mostraba una emoción no dudaba en darle una lección a mano dura, y la madre de Belmont, una señora obsesionada con su belleza que en su juventud fue una modelo, es igual de extricta y odiaba que Belmont no se viera elegante además de que lop manipuló para que el amara el violín.
Ahora hablemos de Nathaly, una chica espontánea, expresiva, amante de la música y de las flores, una chica adoptada que sufrió maltrato hasta que su última familia le dió un hogar de verdad.
Belmont al conocer a Nathaly sintió una sonrisa por primera vez en su vida, sin darse cuenta que esto llegaría a un caos dónde el no podría salir.
Las votaciones del año 2036 son algo que no me emociona, ya que los candidatos, a mi parecer, no valen la pena, en especial Alejandro Villanueva, aquel chico que se burlaba de mí por mi sobrepeso y al que ahuyenté cuando decidí defenderme. Mi encuentro con él y mi comentario imprudente en la fila para votar es el inicio de una propuesta que no puedo rechazar, así como tampoco puedo negar la profunda atracción y el inmenso deseo entre los dos.
De la noche a la mañana me he vuelto la futura dama y también he descubierto que soy la obsesión del presidente.