A Lando Norris no le gustan dos cosas, la primera, que lastimen a la gente que quiere, la segunda, a Lando no le gusta mentir, es más, lo detesta.
Pero no le queda de otra mas que mentirles a todos, a su familia, a su jefe, a sus amigos, a sus fans y a ella... A su jefe, amigos, familia, fans, diciendo que tenia una novia, por una nota que no se debió publicar... Pero mentirle a ella es mucho peor que mentirse a sí mismo, él no quiere mentirle, porque sabe que, puede notarse lo irremediablemente enamorado que esta.
A Lando Norris le gustan muchas cosas, una de ellas, pasar tiempo con su mejor amiga, mientras hablan de cualquier cosa, otra de las cosas que le gustan es ella, su mejor amiga...
Dicen que el amor llega cuando menos lo esperas... o cuando ves a tu compañero de equipo sonriéndole bonito a otro piloto.
Para Lando Norris, la Fórmula 1 era pura adrenalina, estrategias, y un montón de entrevistas donde no podía decir lo que realmente pensaba. Pero todo cambia cuando ve a Oscar Piastri, el piloto calladito, tímido y de mirada tranquila, reír con Yuki Tsunoda como si no existiera nadie más en el mundo.
Y en ese instante, algo dentro de Lando hace "click". Y no fue el motor.
Lo que empieza como una simple curiosidad se transforma en un enamoramiento a fuego lento -de esos que te hacen decir puras tonterías, buscar pretextos para quedarte un ratito más, y sentir mariposas cada vez que alguien te mira con esos ojitos de venado asustado.
Pero Oscar, el serio, el calladito, el que apenas y habla en las reuniones, no está listo para que lo vean. Mucho menos para que Lando, el descarado del paddock, lo mire como si fuera lo único que importa en el mundo.
Entre circuitos, entrenamientos, celos disfrazados de bromas, y un montón de momentos que se sienten más íntimos que un podio... estos dos aprenderán que el amor no siempre grita: a veces susurra, a veces se esconde, y a veces llega en forma de una sonrisa tímida y un "¿ya comiste?".