Seguimos Vivos (Snirius/Snack)
10 parts Ongoing Severus Snape Prince dio a luz a su hija el 19 de septiembre de 1979. Aquel día, pese al dolor y al agotamiento, sintió que por fin había algo en el mundo que le pertenecía por completo, algo puro y sin mancha: su pequeña. Su motivo. Su luz. El primer aliento de la niña fue, también, el primer suspiro de esperanza que había sentido en años.
Pero esa luz no duró.
Voldemort se la arrebató.
La arrancó de sus brazos con la crueldad de quien no conoce el amor ni el dolor ajeno. No solo le quitó a su hija, le quitó el motivo que aún lo hacía levantarse cada mañana, el propósito que lo mantenía cuerdo, humano. Desde ese momento, Severus no fue más que un prisionero, un esclavo en manos del Señor Tenebroso. Su cuerpo servía como pocionista, su mente como herramienta, y su alma... rota, ya no le pertenecía.
Sin embargo, aún en medio del abismo, hubo algo que no logró quebrarse: su fe.
Su fe en que Sirius lo estaba buscando. Su amor, su Sirius, no lo dejaría pudrirse en la oscuridad. Aun con el corazón hecho cenizas y la mirada vacía, esa certeza lo sostuvo, día tras día. Porque si había algo que Voldemort no pudo quitarle... era el amor que Severus sentía por él.
Y eso, por minúsculo que fuera, bastó para mantenerlo con vida.