La vida es asombrosa, la vida puede ser tan espantosa como luminosa. Siempre tendremos razones para verlo desde distintas perspectivas, y es que, a veces esas razones llevan nombre, apellidos, y nuestro corazón consigo.
Supongo que este es mi caso, escribiendo este libro, lleno de momentos y experiencias que quisiera leer hasta cuando envejeciera. Los recuerdos siempre serán como niños correteando en nuestros adentros, son el verdadero sentido de la juventud, ese recordatorio de que seguimos vivos, o de que al menos, en anteriores tiempos si que vivimos.
Conocí a una persona que marcó cada momento de mi vida como si fuera el último, por eso, en caso de que exista un último momento, quise escribirlo, para que cada vez que sintiera que estoy muriendo, leerlo y saber que sigo respirando.
Espero que sintáis todos los poemas como yo lo he sentido plasmando cada letra.
Esto es lo más hermoso que he hecho nunca por mi, y por si un día este libro llega a tus manos, disfrútalo, porque esté siempre será más tuyo que mío.