En los últimos 40 años, en unas determinadas calles de Castellón se ha desarrollado un modelo de ocio que es muy popular según sus partidarios además de tradicional, emblemático sostenible, integrador...aunque para otros, sus detractores, este tipo de ocio, es destructivo, contaminante, molesto que importa prácticamente a toda la ciudad con gran repercusión en la prensa local, pendiente de múltiples resoluciones judiciales, no siempre concordes. La legalidad de este tipo de ocio es lo que se discute. y la prensa tomó partido.