«Estoy esperando a tu hijo».
Leslie es un Omega que no tiene ambiciones ni metas claras, vive sólo por vivir porque no tiene un proyecto de vida visualizado al cual aferrarse.
Su vida tediosa se ve interrumpida por dos sucesos repentinos: por un lado, se encuentra con su mejor amigo de la adolescencia, un Alfa, a quien no ve por 5 años y quien guarda un secreto delicado que Leslie jamás hubiera imaginado.
Y, por otro lado, a un hombre de cara simplona cuyos ojos parecen cegados por una profunda tristeza. Y quien, a pesar de ser un Beta, emana un olor particular que provoca en Leslie una reacción extraordinaria.
Es a partir de estos encuentros que el destino de Leslie quedará marcado y tendrá que cruzar por el mismo infierno para obtener su libertad y proteger a la criatura que está junto a él.
Su voluntad y espíritu perseverante se pondrán a prueba para tener que afrontar las consecuencias de sus propios actos.
Esta es una historia de angustia y dolor, pero de resiliencia, perdón y redención que se formará a partir de una decisión:
«Y lo voy a tener».
Escucho pasos detrás de mí y corro como nunca.
-¡Déjenme! -les grito desesperada mientras me siguen.
-Tienes que quedarte aquí, Iris. ¡Perteneces a este lugar! ¡Tú no eres una humana normal! -grita un guardia sin dejar de perseguirme...
-¡No! Yo pertenezco a mi ciudad, con mis padres... -cuando estoy por llegar a la salida veo a dos chicos.
Practicando con espadas...
-¡Sky! ¡Atrápala! -grita Rick...
Uno de los chicos desvía su mirada y nuestros ojos se conectan
Sus ojos dorados me miran fijamente...
Revolotea despreocupado su cabello rubio, pero luego...
Se da cuenta de lo que sucede y me apunta con su espada
Yo me detengo inmediatamente...